El lenguaje hablado, como base o fundamento de la música o la música dando paso, posiblemente a éste?; la música es un lenguaje y la aventura del fenómeno musical en occidente es la aventura de una quéte, de una búsqueda, de la escritura definidora de un lenguaje, de su propio lenguaje.
Esta especial comunicación que es el fenómeno musical tiene su propia sintaxis y su peculiar ortografía y mediante ella nos comunicamos unos signos, ideales, lógicos, no cuantitativos, pero no por ello menos reales: su estructura semántica es irracional ?o suprarracional, hermana de un lenguaje matemático? pero, por otra parte, está organizada como ordenación y sucesión lógica, transmisora de datos y signos que expresan la voluntad y el deseo del compositor; la música y la historia de sus diversas expresiones y sintaxis, impulso universal y quizás anterior al verbo, a la palabra, es un nivel de lenguaje más o menos lejano del lenguaje hablado, es distinto, más no por ello se le puede considerar inferior o superior: su historia es una pre-historia, anterior o paralela a la historia y a la comunicación por la palabra y allí donde no llega ésta llega el lenguaje matemático o el lenguaje musical complementando, ampliando, hundiéndose en las raíces de unos seres que, por encima de todo, necesitan comunicarse.