- Editorial:
- MUNDI-PRENSA
- Any d'edició:
- 2004
- ISBN:
- 978-84-8476-215-7
- Pàgines:
- 237
- Col·lecció:
- VARIAS
OLIVOS MONUMENTALES DE ESPAÑA
MUÐOZ, C.
España es el país con mayor superficie de olivar del mundo. Actualmente, cerca de dos millones y medio de hectáreas están dedicadas en nuestro país al cultivo del olivo, representando más de una cuarta parte de la superficie mundial dedicada a esta especie. Por diversas razones, algunos de ellos tienen la consideración de olivos monumentales. Este libro presenta una primera aproximación al necesario Inventario Nacional de estos seres vivos singulares. Se trata, pues, de un paso obligado para preservar un patrimonio histórico y natural de inmenso valor cultural. El olivo se encuentra entre los árboles cultivados más longevos. Su capacidad de regeneración a partir de órganos de reserva de las raíces, las llamadas zuecas, asemeja nuestro árbol a Prometeo: es capaz de resurgir de sus cenizas. No es, pues, casual que un país con tres milenios de tradición oleícola albergue tanto numerosos olivos y acebuches monumentales como olivares y acebuchales singulares. Este es el caso de España, donde es frecuente la presencia de ejemplares que por su edad, tamaño, ubicación, morfología, acontecimiento conmemorado o cualquier otra curiosidad permanecen como testigos vivos de nuestro pasado. ¿Qué nos dicen estos olivos? Y sobre todo ¿Qué nos pueden decir si iniciamos con ellos un diálogo permanente en el que le interroguemos sobre aspectos muy diversos de nuestro pasado? La dendrología, los archivos históricos y la arqueología pueden aportarnos valiosa información no sólo sobre la edad de estos árboles sino también sobre la antigüedad de muchas de nuestras actuales variedades y sobre la influencia del clima sobre el olivo. La prospección debe permitirnos el inventario de olivos y olivares, de acebuches y acebuchales que lleguen a representar un valor patrimonial de nuestros pueblos en la misma medida que otros monumentos. La biodiversidad que este material ponga a nuestra disposición debe facilitarnos el acceso al comienzo de la domesticación de nuestro árbol, es decir al comienzo del cultivo del olivo.