El autor sitúa esta novela en el Alenetejo, Portugal, tierra muy amada y que está presente en muchos de sus libros.
..."¿Cómo puedo ser yo tan escéptico y tan apasionado? ¿Afirmar que todo se corrompe, que nada perdura, que todo es ilusorio y pasajero y, a la vez, descubrir en un instante la eternidad, la belleza perfecta y para siempre? Aquí, en el amor con Adriana. Tal vez precisamente porque no existe para siempre es por lo que este segundo es tan exaltador: un espacio mágico y sereno."....