Al cumplir seis años, sus padres delegan en Guillermo nuevas responsabilidades, en un intento por complacerle, sin sospechar que tiene miedo a todo. Sólo su abuela descubrirá los verdaderos sentimientos del niño, que emplea toda su imaginación para superar por sí mismo sus dificultades. Una tierna y divertida historia que hará a muchos lectores recordar sus propios temores infantiles.