Si el talento poético de José Viñals ha sido ya ampliamente reconocido (entre otros, ha obtenido los premios Jaime Gil de Biedma y Vilafranca del Bierzo), su excelente obra narrativa y ensayística es ya considerable. Novelas ("Nicolasa verde o nada"; "Padreoscuro"); libros de relatos ("Miel de avispa"; "Ojo alegre y viejísimo"); ensayos ("El príncipe manco"; "Huellas dactilares") son testimonio de la calidad de su prosa.
"Rumias, graznidos y gorjeos" está integrado por un conjunto de relatos caracterizados por lo que el propio Viñals denomina "el júbilo de narrar". Porque, en efecto, su prosa es jubilosa, tanto cuando describe las ganas de vivir de un anciano como cuando nos conmueve describiendo la soledad del hombre que perdió a su amada. Irónico y tierno, Viñals desciende hasta los entresijos del corazón humano, sus virtudes y defectos, balanceándose entre la memoria y la fantasía; el amor y el desamor; la ausencia y la presencia; la muerte y la vida.